En el principio sonaban los poros, podía sentir cómo retemblaban con el compás de las vibraciones de tu aliento… aliento infestado de alcohol del más puro, sólo para recordarme que en estos estados se comente un sin fín de errores y que estos siempre danzaban a nuestro alrededor, recuerdas cómo entrábamos y salíamos de ellos?.
Fuimos como esporas multiplicadas que buscaban colonizar el uno al otro, formamos los mejores arrecifes. Lo recuerdas? Ah, era lindo pasear por las noches, respirar el tiempo y comernos a besos al optimismo.
Creía que vendrías para quedarte, que la mañana te traería como viento fresco… nada de eso pasó, los años se acumularon como el polvo en tu biblioteca… nada podía hacer sentido ya.: tú no vendrías más… el pasivo invierno te había arrancado de lo que algún día compartimos y te encontrabas ya quitando plumas de su rostro… le escribirías igual? Su piel sería tan pálida como la mía? Te inspiraría a luchar y complicarte?. Entre miles de tus cartas me encuentro ahora que el cartero no piensa visitar más.